Un fracaso, una mariposa
Cuando Nicanor me invitó
a cenar ostiones y tomar
cabernet en su casa de madera
en la Reina conversamos
en aquel 1995 de su visita
a Nueva Delhi y su apego
a la idea hinduista
de dejar los lazos: familia,
bienes, sexo, y caminar,
un mendigo, por las calles
antes de llegar al bosque
para esperar el aleteo
de la mariposa, su luz
enceguecedera. Diez
años despues, otra visita
al poeta, esta vez
en Las Cruces,
ante el oceáno,
y me pidió que leyera
Antonin Artaud sobre
lo absurdo
en la vida moderna.
Otra vez nos acordamos
de la mariposa. Cuatro
años mas tarde, me dijo
que le acompañara a su estudio
en el jardin al lado de la casa,
mi unico camino ahora,
y viendo un poemario mio
en su estante me comentó
que le encantó el titulo
El infierno de los pájaros.
Llega ahora la noticia
que le ha otorgado
el premio Cervantes.
A sus 97 años pienso
si va romper con
su camino de
costumbre y tomar
el avión a Madrid.
Artaud debe tener
respuesta, o el mendigo
Hindu, o nadie.
Me dibujó
un regalo aquella
primera vez. Dice
el lema. Cada uno
fracasa a su manera.
Indran Amirthanayagam, el 9 de diciembre, 2011
Friday, December 9, 2011
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