Palabras Para El Taller: 5 Metros de Poemas y Otros
Cuerpos Poéticos, Casa de la
Literatura , Lima, Peru, 1 de Agosto, 2012
de Indran Amirthanayagam
Desde que me topé con los poemas de Claudia
Luna, hace casi 10 años, durante un “poetry slam” en Monterrey, México, y desde
las inolvidables tardes en que solíamos sentarnos con versos y mangos después
de cruzar las montañas entre aquella ciudad y Saltillo, donde ella vive, he
sido uno de los más grandes aficionados a lo que Claudia nos ofrece. Entiendo ahora
que lo que ella hace tiene otro aspecto; uno que va más allá del germen del
poema en el papel a esos objetos de arte inspirados por sus estudiantes, sus
poetas colegas.
He sido testigo cómo Claudia dirigía y cantaba
en un grupo punk de poesía, recitando sus versos, que suelen ser luminosos no
sólo por la herencia que lleva su apellido, y comentando sobre el poema y cómo
se abre en la política, en lo social en sus artículos, su conversación con el
público Mexicano. Esa conversación ahora es también peruana gracias al arte hecho aquí en su taller, evidencia de
que no estamos ante estas obras únicamente para crear música de cámara, fuera
del barullo de la calle, aunque sean notas hermosas y necesarias. No estamos
viendo estas metáforas por mero gusto, aunque no tengo nada contra del placer
puro de echar tinta en la hoja, de moldear una plastilina, hacer un objeto
tangible de un sueño o de una pesadilla.
Y no estamos aquí sólo por inspiración divina,
una solución celestial al dilema humano de por qué estamos pisando tierra, a
veces en las tinieblas, sin mapa, sin rumbo, nada… y de repente surge la
metáfora hecha animal, columna, luz en la pantalla, este arte visual, poema
objeto, nuestro mejor esfuerzo para encarnar la energía que nos molesta, que nos
despierta a las cuatro de la mañana, que nos salva de las melancolías
profundas.
Claudia Luna es mi amiga, poeta de pasos
escritos en la geografía de mi corazón. Ella es una arqueóloga que cava en los
cerros y llanuras de la imaginación para restaurar a las sociedades humanas su
antigua historia, sus fósiles, sus orígenes. No es mera coincidencia que se
desempeñe en el Museo del Desierto en Coahuila. Ella es poeta y museóloga,
música y artista. No acepta limites,
categorías, abre todas las puertas de la casa y deja que se trabaje con los
materiales que nos trae el viento, la luz, los restos de los alimentos, las
hojas usadas. Su propuesta, la propuesta de esta exposición, este arte
colectivo Peruano en Agosto 2012, vela bien, es una capsula para guardar en la
memoria, grabar en video, dejarla enterrada también para que algún arqueólogo y
poeta en el futuro la descubra, sus ojos encendidos, su corazón lleno.
Lima, Peru, 1 de Agosto, 2012
1 comment:
Hermosas luciérnagas se desatan de tus textos.
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